EL ALCAHUETE EN DERECHO PENAL
por
Virginia Arango
Durling
Catedratica de
Derecho penal
Universidad de
Panamá
*Publicado en Estrella de Panamá, julio 19 de 2018
Todos en algún momento hemos sido alcahuetes de nuestros hijos y nietos
complaciéndolos dentro de los parámetros normales sin malcriarlo, por ejemplo,
recuerdo a mi abuelo Fred Durling, que a escondidas de mi abuela me daba diez
centavos, para que tuviera más para el recreo.
La expresión alcahuete se emplea
en sentido masculino y femenino, y procede del árabe «Al-qawwád (mensajero)»,y por un lado, es "la persona que concierta, encubre o facilita una
relación amorosa, generalmente ilícita", en otro caso, es la persona que
encubre u oculta algo. La acciòn de alcahuetar como el oficio de alcahuete se
designa con la palabra lenocinio.
Así, quien practica el lenocinio
concierta, encubre y facilita una relación amorosa ilícita,
lucrándose con tal actividad.
En la Celestina, la alcahueta es una mujer, que lleva ese mismo nombre,
que es conocida por concertar citas de amantes, entre estos a Calisto que
recurre a ella para estar con Melibea, y que
lo realiza como un negocio de lucro, mientras tanto el alcahuete es un hombre en El
Quijote, que ha sido condenado condenado a las galeras.
El término alcahuete también tiene su
aplicación en la actualidad,, por ejemplo, el mejor amigo que miente para
salvarle de un lio a su amigo casado afirmando que estaba en su compañía cuando en realidad andaba con
su amante, o cuando también se convierten los padres respecto de los hijos o
viceversa promoviendo o tolerando infidelidades, bajo el criterio de que es
algo natural del hombre, y no hay nada de malo en ello.
Y, sin embargo, si observamos la
alcahuetería en Derecho Penal tiene otras consecuencias màs graves, y se
representa en concreto con el proxeneta (lenon art.180) que facilita o promueve el comercio o la actividad de la prostituta,
que no es más que nada que una explotación sexual.
Este personaje (hombre o
mujer) ve a las personas como objeto y fin de lucro, y si bien, son personas
desconocidas, nada impide que los padres o familiares promueven, facilitan o
consienten que sus hijas, sobrinas o demás
tengan relaciones sentimentales y sexuales con
otros, y personas adultas preferiblemente
a cambio de dinero, y aunque las
estadísticas nacionales lo reflejan como relaciones consentidas de adultos con
menores de edad, ¿No creen ustedes que sea lo contrario? La legislación castiga
gravemente cuando se trate parientes por cualquier vinculo, inclusive si ha sido
adoptada, o si es alguna persona que la cuida, con diez a doce años de prisión.
Lo cierto, es
que donde hay, miseria, pobreza, hambre, desintegración familiar, y poco
respeto por la dignidad humana abundan los ataques a la libertad sexual, y por
ende es frecuente este fenómeno silencioso que no deja de ser
preocupante, no solo porque estas jóvenes queden embarazadas por adultos, sino
porque a través de ello se promueve la explotación sexual y los ataques contra la libertad sexual, y
estos hechos quedan impunes porque sus progenitores o familiares alcahuetean
tales situaciones, no las denuncian y tal vez solo les interesa obtener algo de
dinero para mejorar su nivel de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario